martes, 30 de diciembre de 2014

Génesis



Tomó, pues, el Señor Dios al hombre y le dejó en al jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: "De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, morirás sin remedio".
Génesis, 2, 15-17
El origen, el comienzo, el inicio. Aquello donde radica la esencia de cualquier cosa, ser o ente. Allí, donde algo empieza, para finalmente acabar en el mismo principio.

Todos buscamos un camino a seguir, un sentido de la vida, un porqué tener que despertar cada mañana. Algunos creen haberlo encontrado, alcanzan una felicidad tenue y sencilla, pero cálida. Otros la buscan en el principio, para encontrar la dirección que debemos tomar, preconcebida por un ser superior.

Puede que ambos estén equivocados, puede que ambos estén en lo cierto. Lo que si es seguro es que ninguno podemos juzgar cual es la verdad, pues la verdad existe por y para cada uno, individualmente.





Iniciar un blog, como cualquier otra actividad, requiere de un esfuerzo y una voluntad. He tardado tiempo en alcanzar ambos objetivos, pero al final me he lanzado al abismo. Quiero conocer al mundo. Quiero ver sus opiniones e ideas. Quiero conocer las verdades  que me rodean, aquellas que no soy capaz siquiera de vislumbrar.

No hay una meta ni un objetivo, solo pura curiosidad y deseo por expresar y sentir. Aquel que quiera compartir su verdad conmigo, será bienvenido.
Desde este humilde hoyo bajo el árbol, camino del fantástico país de las maravillas, te saludo. Y recuerda: Todos estamos locos aquí.